En los últimos días se ha visto incrementado este fenómeno llamado “Grafiti” tanto en la zona urbana como en aulas de instituciones educativas, donde los jóvenes pintarrajean las paredes mostrando con ello en sus emociones con mensajes de amor, nostalgia, resentimiento e incluso dibujos diversos hacia alguien en particular o en rechazo social.
Por calles del centro de la ciudad se han observado en forma creciente este tipo de expresiones urbanas, anteriormente se daba este fenómeno en calles de colonias alejadas y en lugares públicos como parques y jardines, ahora se ha notado en el primer cuadro de la Ciudad, así como en la Escuela Secundaria 18 de Marzo, concretamente en varios salones y bardas del interior de la institución; por tal motivo urge realizar un programa integral de expresión urbana juvenil sobre este tema a efecto de que la juventud tenga un espacio donde pueda canalizar su creatividad y energía.
Se llama grafiti o pintada a varias formas de inscripción o pintura, generalmente sobre mobiliario urbano. En el lenguaje común, el grafiti incluye lo que también se llama pintadas: el resultado de pintar en las paredes letreros, frecuentemente de contenido político o social, con o sin el permiso del dueño del inmueble, y el letrero o conjunto de letreros de dicho carácter que se han pintado en un lugar.
También se llama grafito, por extensión, a los eslóganes que se han popularizado con estas técnicas; por ejemplo, los grafitos de los disturbios de mayo de 1968 en París: L’imagination au pouvoir (la imaginación al poder), o Sous les pavés il y a la plage (bajo los adoquines está la playa), etc. La expresión grafiti se usa también para referirse al movimiento artístico del mismo nombre, diferenciado de la pintura o como subcategoría de la misma, con su origen en el siglo XX. Fue un movimiento iniciado en los años 1960 en Nueva York, o, según aluden fuentes bibliográficas como getting from the underground, en Filadelfia.
La ilegalidad. Bien podemos llamarlo vandalismo, pero tampoco hay que ver más allá de donde es. No es un problema tan grande y no es excusa para las cantidades de dinero desorbitadas que se emplean en su erradicación. Leandri afirmaba: “El graffiti es el grado cero de violencia, el más pequeño vandalismo posible”. Pretender aceptar el graffiti sin su esencia de ilegalidad es no entender una de sus causas básicas de producción. Nos encontramos pues ante un fenómeno simultáneo de creación y destrucción.
Por: Paulino Santillán R.(Periódico Panorama del Oriente)