El pasado 11 de diciembre, a una mujer de 84 años se le realizó una radiografía abdominal, lo que mostró un embarazo extrauterino tipo litopedium
Ante la sospecha de una obstrucción y una perforación intestinal, los médicos de ese centro médico realizaron una radiografía de abdomen, la cual mostró «un embarazo extrauterino tipo litopedium de aproximadamente 30,6 semanas».
Este fenómeno puede ocurrir una vez por cada 20 mil embarazos, asegura el asesor médico de EL TIEMPO, Carlos F. Fernández.
«Se presenta cuando un óvulo ya fertilizado se adhiere a un lugar externo al útero, como las trompas de Falopio o el mismo abdomen, por ejemplo, sitios que, al no proporcionar las condiciones óptimas para el desarrollo del embrión, lo llevan a la muerte (…) En casos excepcionales el embrión puede crecer más; dado que su tamaño aumenta, el organismo no logra expulsarlo ni reabsorberlo, razón por la cual empieza a calcificarse», anota el médico.
Hernández agrega que una sustancia «calciferosa» logra que el embrión se deshidrate y se endurezca hasta petrificarse, lo que se conoce como litopedion.
El pasado 12 de diciembre, luego de que la radiografía de abdomen mostró dicho litopedium, la paciente fue trasladada al Hospital Universitario La Samaritana, donde los médicos analizaron las condiciones de los órganos «intraabdominales» mediante una Tomografía Axial Computarizada de abdomen (TAC).
Tras practicar los exámenes médicos, el personal de salud confirmó que el feto petrificado no era la causa del dolor abdominal.
A la mujer le diagnosticaron colelitiasis, que es la formación de cálculos en las vías biliares. Tras limpiar la vía biliar y extraer la vesícula, la salud de la señora evolucionó favorablemente.
En ese sentido y ante la satisfactoria recuperación de la mujer, los doctores decidieron no extraer el feto. «El litopedium no fue la causa que generó la afectación de la paciente. En vista de las buenas circunstancias (de su salud), la buena tolerancia de la vía oral, se procedió a darle egreso hospitalario (darle de alta) el 29 de diciembre del 2013. Ahora está en la casa con sus familiares», señaló el médico Adolfo León Gómez.
Ante la rareza médica, los profesionales del Hospital Universitario La Samaritana afirmaron que el feto calcificado fue «posiblemente alimentado por un vaso retoperitonial, dependiente, seguramente, de la aorta y la ubicación extra abdominal en la que se encuentra».
Otros profesionales de la salud, consultados por ELTIEMPO.COM, indicaron que en el caso de una paciente de 84 años, resulta perjudicial practicarle un tratamiento quirúrgico para extraer el producto debido a los riesgos que tiene esta intervención y la anestesia.
Mientras avanza su recuperación, la mujer que ocupó en un día los titulares de medios internacionales deberá asistir a citas de control posoperatorio.
[El Universal]