El 22 de marzo, la Organización de las Naciones Unidas conmemora el Día Mundial del Agua, con el propósito de hacer conciencia sobre su importancia y preservación.
Actualmente una tercera parte de los habitantes del planeta vive en “estrés hídrico”; es decir, el líquido se está agotando y su uso comienza a ser limitado. Se estima que en 30 años la mitad de la población estará en esas condiciones. Esta crisis ya alcanzó a México, advirtió.
Cerca de 700 millones de personas en el mundo aún no tienen acceso a agua potable.
Y Unicef estima que cada menos de 20 segundos un niño muere en algún rincón del planeta por enfermedades relaciones con la falta de acceso a fuentes seguras de agua.
Solamente la diarrea mata más de 700 mil niños menores de cinco años, según la Organización Mundial de la Salud.
El agua es un problema global, como quedó en claro recientemente con la escasez de agua en Perú, la sequía en California, la contaminación por plomo en la ciudad estadounidense de Flint, y los erráticos patrones de lluvias que muchos relacionan con el cambio climático en América Latina.