Morelia, Michoacán.- Durante esta temporada vacacional y al término de la misma, las albercas y balnearios de la entidad se encuentran aptos para el recreo humano, pues durante los meses de mayo y junio la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), a través de su Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), los monitoreó para así garantizar la salud de los usuarios.
Mediante el Programa de Calidad Bacteriológica en el Agua de Albercas, es que fueron supervisados 120 balnearios, albercas y clubes deportivos de Michoacán. En estos lugares se tomaron muestras al agua para detectar o descartar la presencia de coliformes fecales, E. Colli y amiba de vida libre.
De acuerdo con Patricia Bautista Guzmán, responsable del Programa de Calidad Bacteriológica del Agua de las Albercas, 120 balnearios, hoteles con alberca y clubes deportivos fueron supervisados y solo tres de ellos resultaron con alguna anomalía, misma que fue corregida antes del mes de junio, para que durante las vacaciones de verano los usuarios pudieran visitarlas con confianza.
Es por ello que las albercas y balnearios son aptas para el recreo humano, sin embargo la vigilancia no termina, pues ésta es permanente durante todo el año, intensificándose en periodos vacacionales.
En el caso de Morelia, se verificaron 32 establecimientos con alberca y 12 más en la Jurisdicción Sanitaria de Lázaro Cárdenas, por ser los principales destinos turísticos, sin descuidar aquellos centros de recreo con balneario en el estado, encontrándose dentro de la norma, es decir, entre los límites permisibles de coliformes fecales, E. colli y amiba de vida libre.
La “Amiba de vida libre no fue detectada en ningún balneario de la entidad”, aseguró Bautista Guzmán.
A los propietarios de los balnearios también se les capacita para que vigilen que los visitantes se bañen antes de utilizar las albercas, que los sanitarios estén cerca de las piscinas para que quienes acuden no realicen sus necesidades fisiológicas dentro de ellas y para que pongan reglamentos dirigidos a los usuarios.
La cloración del agua de las albercas es de igual manera supervisada, es decir, se vigila que cloren el agua, que la cantidad de cloro que usen sea la adecuada y que se encuentre dentro de los límites aceptables para evitar riesgos a la salud.
Con la vigilancia en la cloración se garantiza que la gente que acude a nadar y a lavarse las manos o a bañarse, lo haga con agua potable.
Las albercas y balnearios monitoreados de manera aleatoria en Michoacán fueron, en número, los siguientes: 32 en la Jurisdicción Sanitaria # 1, 16 en la Jurisdicción Sanitaria # 2, 20 en la Jurisdicción Sanitaria # 3, cuatro en la Jurisdicción Sanitaria # 4, 12 en la Jurisdicción Sanitaria # 5, 16 en la Jurisdicción Sanitaria # 6, ocho en la Jurisdicción Sanitaria # 7 y 12 en la Jurisdicción Sanitaria # 8.
