Con tal de parecer perfectas y caminar bien en tacones, la cirugía es el único remedio que encuentran
Es cierto que una mujer en México puede ir a la zapatería y pedir un calzado en su número, mientras que otra elige el mismo modelo en una medida diferente, en un país de otro continente; sin embargo, tal parece que este paso tan obvio se olvida a muchas féminas que aún guardan en su cabeza la historia de la Cenicienta, a quien el príncipe encontró porque era la única a quien le quedaba perfecta la zapatilla de cristal.
Múltiples explicaciones han dado los médicos respecto a los daños que los tacones causan a los huesos, pero ante la vanidad los oídos son sordos y es por ello que, basados justamente en esta princesa de Disney, se ha hecho popular enEstados Unidos una cirugía que deforma el pie para que las mujeres puedan andar kilómetros sobre altísimos zapatos.
La deformación del pie, que se pensó había quedado en el pasado de la cultura oriental, es uno de los negocios con mayor crecimiento, ya que con tal de encajar en las medidas y formas de las piezas de diseñador, las mujeres recurren a la cirugía.
Cambiar el tamaño y forma de los pies es el trabajo que están haciendo los podólogos. Ali Sadrieh, de Cirugía Evo Foot, fue entrevistado por el periódico New York Times, a quien declaró tener incluso nuevos nombres para los procedimientos que más le piden: Punta Doblada Dr. Sadrieh, Acortando el 10 Perfecto y Modelo T, para quienes piden el dedo gordo más alargado, son los más comunes.
En el quirófano lo que se ajusta es el largo de los dedos de los pies para que en las piezas llamadas «boca de pescado», todo luzca más estético.
Andar con tacones es cansado, así que también les inyectan grasa en la planta del pie para que se sientan más «cómodas al caminar», eso sin contar la corrección de deformaciones conocidas como juanetes.
Describe el doctor que las pacientes le han hecho peticiones como amputar los dedos pequeños de los pies o realizar liposucción en los mismos para que los zapatos puntiagudos puedan entrar en su clóset, pero ambos procesos no fueron realizados en ese consultorio, por considerarse agresivos.
El doctor dijo al rotativo estadounidense que al principio pensó que estas «cirugías de cenicienta» eran vanidad pura, pero tras el aumento de su popularidad entendió que los zapatos ayudan a las mujeres a elevar su confianza, y que para muchas realmente es un sueño poder calzar ciertas piezas.
(El Universal)
