Maravatío, Michoacán.- Con gran entusiasmo y fe peregrinos ciclistas de Maravatío emprendieron su recorrido a las 7:45 de la mañana el pasado domingo de la parroquia de San Juan Bautista con rumbo al templo de la virgen de San Juan en Tlalpujahuilla.
Sin importar lo pesado del camino, muy contentos pedaleaban, siendo su primera parada para desayunar en el crucero de Tupátaro, en este lugar se les unieron peregrinos guadalupanos de Tlalpujahua. Posteriormente siguieron su peregrinación hasta llegar a San Francisco de Los Reyes, donde hicieron su segunda parada para almorzar.
Finalmente llegaron al majestuoso templo de Tlalpujahuilla , el cual le denominan “” y veneran a la virgen de San Juan. Los peregrinos asistieron a misa a las 2:00 de la tarde para dar gracias de haber podido llegar con bien, otros por mandas o peticiones, o simplemente para visitar a la virgen.
Origen del pocito de nuestra señora de San Juan
Dentro del templo de Tlalpujahuilla hay un pocito visitado por muchos, denominado pocito de Nuestra Señora de San Juan.
Sobre el origen de este lugar se cuenta que en el año de 1938 se escaseo completamente el agua en este contorno al extremo de que el pueblo acordó suspender los trabajos del santuario, porque la traída del agua serìa muy costosa y difícil, ya para suspender esos trabajos se presentó en este lugar el padre misionero y fundador y le dispuso al DN.J Trinidad Ornelas encargado de las obras materiales materiales en aquel tiempo que se cantarán unas letanías lauretanas a Nuestra Señora de San Juan, pidiéndole de este modo ella diera agua para seguir trabajando su santuario.
Al siguiente día de cantada la letanía se colocó en el suelo donde ahora es el pocito, la imagen de la santísima virgen levantada para llevarla a su entorno se empezó a abrir este pocito y a los primeros talachos brotó el agua pedida a la madre de Dios.
En otra visita que hizo el padre misionero, D. Jesús del Valle bendijo este pocito.
