El hecho de venir a este lugar donde te daremos tu último adiós, nos desvanece los alientos porque el llanto del alma ha derrochado nuestro vigor al tener que separarnos de un ser querido a quien en este instante de aflicción hemos venido a darle la eterna despedida de este mundo de ilusiones y tormentos.
La garganta se nos anuda, pero el espíritu se nos fortalece para expresar nuestros sentimientos para despedir al Maestro Salvador Soto Espinal a quien con el debido respeto hacia él y a todos los presentes tratare de contemplar este triste momento que nos llena de tribulación.
Hoy 10 de Junio del 2022, tus familiares, tus hermanos, hermanas y tus amigos los Maestros y Maestras hemos arribado a esta sala velatoria donde está tu cuerpo físico e inerte dentro de este ataúd que pronto cerrara para darte cristiana sepultura. Este cuerpo físico de su honorable persona que fue estimado por todos los presentes, como usted lo supo y que también lo está viendo desde allá donde Dios lo ha colocado, al escarpase de nuestra vista provoca tristeza por tan grande pena por el vacío que deja en su familia y todos sus amigos. Pero sabe que, hay que entender que esto es el proceso de la vida y que esto que pasa es final de todos los mortales, hoy usted naturalmente se nos adelantó, y debemos aceptar que estos son los caminos de la vida.
Una tumba más se abrirá y la santa iglesia católica de la Parroquia de San Juan Bautista abrirá sus catacumbas para abrigar su cuerpo fisico. Ya no podremos verlo con los ojos, pero si con la vista del alma, de la mente y el corazón, ahí permanecerá eternamente en nuestro recuerdo hasta que sigamos ese rumbo incierto del más allá.
Siempre lo habremos de recordar haciendo su vida en la escuela Secundaria 18 de Marzo, sobre todo recordarlo como un buen Maestro que amó se carrera a la cual nunca en vida nunca renegó de ella a pesar de sus enfermedades.
Hay algo más que quiero expresarle: su trabajo con sus alumnos fue muy satisfactorio y de calidad académica, ellos generosamente siempre lo recordarán porque siempre los saludó con esa frase que acuñó cuando entraba a la escuela y sus salones: Good morning.
Descanse en Paz Maestro Salvador Soto Espinal mi buen PEQUE, con todo respeto y brille para usted la luz eterna. Amen.
Por Juan Miguel Núñez Santillán
Foto: Santillancito Reyes
