La oxitocina u “hormona del amor”, aparte de estar relacionada con los patrones sexuales, también mejora nuestras interacciones sociales y la conducta maternal y paternal
El estudio, publicado en la revista Pharmacology, Biochemistry and Behavior, se basa en la tesis de que el comportamiento adictivo podría estar asociado a un débil desarrollo del sistema hormonal de la oxitocina durante la primera infancia.
La oxitocina u “hormona del amor”, aparte de estar relacionada con los patrones sexuales, también mejora nuestras interacciones sociales y la conducta maternal y paternal. Así, según Femke Buisman-Pijlman, autora del estudio, la falta de capacidad para hacerle frente a una adicción podría estar vinculada a un escaso desarrollo de los sistemas de la oxitocina.
Los bebés nacen con niveles de oxitocina en sus cuerpos, gracias a los que se crea muy fácilmente el vínculo madre-hijo. Sin embargo, nuestros niveles de oxitocina siguen creciendo hasta los 3 años, por lo que este sistema queda sujeto a distintas influencias, tanto internas como externas, que pueden mermar o mejorar su desarrollo. De esta forma, la oxitocina podría reducir la sensación de placer que ofrecen las drogas y la sensación de estrés, pero sólo si el sistema de oxitocina se ha desarrollado adecuadamente.
Por Sarah Romero (Muy Interesante)