“A LAS QUE NOS AMÓ ANTES DE CONOCERNOS”
PARA TI MADRE QUERIDA
En esta edición me quiero enfocar a un tema en especial y es EL DIA DE LA MADRE el cual se remonta a un 23 de abril de 1923 cuando el periodista Rafael Alducin Bedolla quien presentara esta propuesta en un diario para que los mexicanos celebraran el día de la madre ya que esta fecha ya se celebraba en los Estados Unidos.
La propuesta fue avalada por la Cruz Roja Mexicana, el Episcopado Mexicano y el Secretario de Educación Lic. y José Vasconcelos Calderón. Con su aprobación fue designado que a partir del 10 de mayo de 1923 se inicia con esta actividad relevante y diez años después el Presidente de México Manuel Ávila Camacho ordena hacer el primer monumento a la Madre en la ciudad de México con la frase “A LA QUE NOS AMÓ ANTES DE CONOCERNOS.
Pues bien, con estos antecedentes pasó a lo siguiente: para la celebración de este año respecto al día de la Madre, las circunstancias han cambiado y su festejo quizás nos parezca muy estricto en cuanto homenajear a todas las madres de México, realizando varias actividades en homenaje a las madres mexicanas con serenatas, los festivales públicos y escolares, las visitas a los panteones, compras de regalos y flores, etc…desde luego todas las acciones ya descritas también nos hacen reflexionar y preguntarnos por qué hacemos estas actividades para festejar a nuestras madres?, tendríamos muchas respuestas y entre ellas yo diría que es por ese amor maternal que nos dan nuestras progenitoras desde que nos están gestando en su vientre y que con ansias esperan ver a sus hijos para poder cargarlos entre sus brazos y decir bienvenido hija o hija a éste mundo terrenal
El periodista Rafael Alducin resumió en un breve pensamiento el amor de madre y lo describe así: “No hay sacrificio suficientemente grande para el corazón de una madre, no hay cáliz de dolor y amargura que ésta no esté dispuesta llevar a sus labios, si puede evitar tan solo una gota de ACIBAR a los seres queridos, prolongación de su propia vida: no hay manera de poder aquilatar con certeza la profundidad y alcance del amor materno”.
El razonamiento anterior nos enseña y nos hace sentir del amor materno pese a las circunstancias que cada madre tenga al seno de su familia, a la que trabaja de educadora dejando a sus hijos solos y al término de su jornada atiende a sus hijos, a la que sufre por situaciones económicas y sale a trabajar para apoyar en la economía familiar, a la que sufre violencia familiar de la cual es la primera víctima, a la que abandonaron y es madre soltera, a la que hace la acción de salir a las calles de la ciudad para pedir dinero para que coman sus hijos, a la que están quebrantadas con enfermedades crónico degenerativas, a la que tiene hijos con capacidades diferentes y lucha por atenderlos, a las que están enclaustradas en centros de rehabilitación o penitenciarios, a las que salen hacer actividades comerciales y al regreso tienen que realizar trabajos de atención familiar, a las que trabajan en empresas o instituciones financiera y de gobierno y que al llegar a su casa se quitan el uniforme de trabajo y hacen sus labores domésticas, a las madres migrantes que desde la distancia mandan dinero para mantienen a su familia, a todas ellas como valientes guerreras de la vida que siempre salen adelanten nos debe llevar al principio de aquilatar con certeza la profundidad de su amor materno y en este justo momento incluyo a las MADRES BUSCADORAS que han perdido a sus hijos o hijas y que aún tienen la esperanza de encontrarlos(as) vivos (a) y si no fuera así siquiera ver parte de sus restos para poderles llorar y rezar una oración por ellos o ellas.
Por el momento no me queda más que comentar que a todos aquellos o aquellas que aun cuentan con una Madre, este próximo día 10 de mayo le devuelvan sin prejuicio alguno el verdadero amor que un hijo le puede dar, el respeto, el afecto, los cuidados si son mayores de edad, en fin, esos detalles que ella les dio desde que los iniciaba a gestar en su vientre hasta cuando ya pudieron ser libres y volar solos o solas. Un abrazo, un beso, una flor, un beso y una simple frase: “mamá te quiero mucho” para ellas será el regalo más hermoso que puedan recibir.
A las Madres que ya se fueron de esta vida terrenal, elevar nuestras oraciones por ellas y porque no, aunque ya no estén con nosotros al menos cumplirles alguna o algunas voluntades que ellas nos pedían y que nunca las hicimos, pero si está en nuestras manos hagámoslo, recordémosla con alegría y que sean en nuestro ser una imagen viva de un ejemplo a seguir.
Para finalizar quiero compartir con ustedes una historia publicada por el Lic. Alejandro Martínez Ruíz quien pronunciara p un 10 de mayo en la Esc. Preparatoria Hermanos López Rayón y publicara en su muro el tema de una madre que a pesar de tantas vicisitudes logró que su hijo fuera alguien grande en esta vida. De ésta prosa respeto su derecho de autor y como tal cualquier semejanza con la realidad puede ser pura coincidencia.
“Cuando nació mi hijo, yo pude morir, después de un parto difícil, pude sobrevivir, cuando mi hijo era pequeño, se enfermaba mucho, yo no dormía ni comía, lo tomaba entre mis brazos noche y día, hasta que se componía, cuando alguien lo agredía, siempre lo defendía, con uñas y dientes, a diestra y siniestra, a capa y espada, porque mi hijo es todo para mí, por eso nunca me divorcié de su padre, que siempre ebrio llegaba, me insultaba, me pegaba y me engañaba, pero por mi hijo me guardé mi dolor; además, mi hijo defendía a su papá, porque le daba dinero o le compraba juguetes, yo sólo tenía amor para darle y él me lo reprochaba, no valoraba que lavara, que preparará su comida favorita, que siempre recogiera sus aposentos y como su papá nada me compraba, yo hacía tandas, para ya no usar mi ropa vieja, o mis zapatos rotos, que a diario usaba, pero como él pedía para unos converse, yo se los compraba, aunque sin nada me quedará, recuerdo que en la prepa, reprobó cinco materias, yo lo regañaba, lo orientaba y al final, lo perdonaba, pagaba aunque me endeudará, hasta una vez empeñé el anillo de casada, por darle lo que necesitaba, recuerdo con tristeza, cuando un día, sentía que mi corazón se reventaba, pues era de madrugada y él de la escuela aún no llegaba, lloraba y gritaba por mi hijo, a la policía y cruz roja hablaba, y a Santa Mónica yo le rezaba, cuando se abrió la puerta, ebrio era que llegaba, yo de lágrimas me bañaba, lo abrazaba con todas mis fuerzas, pues al fin conmigo estaba, aunque mi hijo me humillara y no me escuchará, que así no llegaría a nada, cuando entró a la Universidad, su padre se fue con otra mujer, pero aunque me angustiaba, no sé cómo, pero yo siempre lo ayudaba, lavaba y planchaba ajeno, vendía comida…y con eso, todo lo sustentaba, hasta llegar a tener más más de lo que yo pensaba, cuando le faltaba un año para graduarse, resultó, qué tenía que casarse, pues tan chico y ya me iba a hacer abuela, a los dos, les pague todo lo que necesitaban, vivieron conmigo, de mi casa me corrieron, me enfermé del corazón, quizá de tanta tristeza, sola un día morí, pero hoy estoy feliz y sonriente, ansiosa de recibir a mi hijo, aquí en el cielo, con un abrazo y con estas palabras, hijo…soy tu madre…y…te sigo queriendo.
Mis respetos y oraciones para todas las mamás que ya no están con nosotros, en especial para todas las que fueron parte de mi familia que directamente estaban ligadas a mi persona y también para aquellas madres que indirectamente formaron parte de mi entorno familiar.
Nota: si tienes la oportunidad por favor ve el video titulado PAJARO QUE COMIÓ Y VOLO, es un poema muy bonito con Diego Verdaguer que está ligado al sentimiento del amor maternal para nuestras queridas madres de todo el mundo.
FELICIDADES MAMÁ.